Sábado
Irene y yo nos vamos de rebajas en busca de un vestido que feminice nuestro armario. Lo bueno es que tanto a ella como a mi nos marea sobremanera ir de tiendas, las aglomeraciones y los paseos al probador; así que decidimos quedar pronto, marcamos 3 destinos, damos una vuelta de inspección y recogida de probables, y a probárnoslos. Yo consigo mi objetivo en la primera parada, Irene en la segunda. Lo celebramos con un yogurt helado con tropezones.
El momento “horribilis” lo tenemos nada más salir hacia Valencia, cuando el móvil de Irene se bloquea y no hay forma humana de volver a hacerlo funcionar, con lo que empieza la odisea de intentar conseguir los números de l@s colegas con los que estaba hablando, para avisarl@s de la movida desde mi whatsapp. Nos equivocamos de metro con el trajín de llamadas (estoy de metrovalencia y de sus anuncios de llegada de tren erróneos hasta el pirri).
Hay un momento en que la noto cabreada hasta las orejas. Por fuera no se nota pero con 15 años y tras sufrir el robo (hace unos meses) de su anterior teléfono, como para no estarlo. Cuando le pregunto la respuesta es clara: Com una mona!! Así que prudentemente le sugiero si quiere ir a casa para ver si se lo pueden arreglar.
⎯Nooooo!! He quedat amb tú, quasi no ens veiem. Que s’espere el mòbil.
Reprimo la lagrimita de felicidad absoluta que asoma por el ojo derecho. Quererla no, lo siguiente.
Finalmente llegamos a casa. Cena, música, peli, cotorreo hasta casi la una y todo muy bien oigan. Un gran sábado.
Domingo
Comida familiar. Me presentan a Pruna, la nueva perrilla de meses de mis viejos. Se entretiene con mis tobillos y a cada poco se tumba panza arriba para que la acaricie. Me cae muy bien el animalito, no ladra.
Lunes
La jornada laboral ha pasado relativamente tranquila y rápida. Algunos mini-gremlins han tomado la costumbre de llamarme bruja.
⎯Profe, tú eres una bruja!
⎯Am I a witch? Do you think so? Pero soy una bruja buena o mala?
⎯Las dos! Casi siempre eres buena, pero cuando te enfadas... (pausa)
(risas)
Y me parece muy bien, la verdad. Que tengan esa imagen y, sobretodo, que lo verbalicen, eso es lo mejor. Luego les suelto cuatro risas maléficas que hace que se desternillen y siempre hay algun@ que suelta por lo bajini: Jo, a ver si va a ser una bruja de verdad.
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