domingo, 2 de marzo de 2008

Propaganda institucional, propaganda electoral

Lo que ocurre en esta tierra mía "de las flores de la luz y del amor" es la leche. Mezclamos el culo con las témporas y hay quien cree que así matamos dos pájaros de un tiro, pero a veces, sólo a veces, no quiero ilusionarme, ciertos intentos de manipulación velada nos estallan en los morros; puede que sin ninguna o con poquísima onda expansiva, pero de una manera que hace que mi esperanza en la evolución humana se mantenga viva.

La cosa ocurrió el pasado Sábado, 1 de marzo, en el metro de Valencia. La protagonista Irene, mi cada vez más sabia putativa, una niña de nueve años que de nuevo me ha demostrado que los infantes son más inteligentes de lo que muchos creen y más espabilados que muchos adultos hechos y derechos. Pues bien, este sábado Irene vivió su primera experiencia como analista semiótico-política de la actualidad valenciana. Entro en materia para explicar la anécdota:

Los sábados, cuando Irene está con nosotros, visitamos a sus abuelos; cogemos el metro y vamos a comer al pueblo; y como todos ustedes saben, en el metro se pueden vivir un gran número de experiencias singulares que, a veces y sin buscarlo, te colocan de golpe en la realidad. Encontrábanse Irene y su progenitor en el viaje de regreso a casa cuando la mirada de Irene se detuvo en la contemplación de un cartel de difusión de la campaña de concienciación sobre la violencia contra las mujeres, elaborada por la Generalitat Valenciana y la Fundación de Ayuda a las Víctimas del Delito (Favide). El lema: "Quien denuncia, vive. Quien maltrata paga. Es de justicia" y la imagen que simbolizaba la idea, esta:


Cuando llegaron a casa, Irene, emocionada, me dice: "Gemma te hemos traído una foto con posible historia para tu blog. Mírala". Me enseña el afiche y de manera muy docta me explica: "He visto el cartel y me lo he quedado mirando; he leído todo lo que decía y le he dicho a papá -Papá, papá, mira ese cartel. ¿No te parece una extraña casualidad que quien denuncia, vive y quien maltrata, paga, pero quien denuncia es blanco y quien maltrata es negro?".

Me quedé de pasta de boniato, y es para quedarse así y mucho peor. Señoras y señores, hasta una niña de nueve años lo ve: "Los maltratadores son todos inmigrantes". Y es que no hay nada como estar en marzo y en campaña electoral para emitir unos cartelitos, de una campaña contra la violencia machista, donde el asesinato de mujeres a manos de sus parejas pasan a un segundo plano para, en su lugar, plasmar maravillosamente bien la máxima apocalíptica del Partido Popular sobre los peligros de la inmigración.

Gracias Irene, me devuelves la fe en la humanidad