lunes, 29 de noviembre de 2010

II JORNADAS EUROPEAS DE DEBATE ‘CON SU PERMISO’ 'De las cuotas masculinas a la paridad en el cuidado: para la igualdad, permisos iguales'

























¿CUÁNDO? Sábado, 11 de diciembre de 2010
¿DÓNDE? Museo Nacional Reina Sofía
Edificio Nouvel, Ronda de Atocha 2, Madrid

PLAZAS LIMITADAS.

Para inscribirse, “rellenar y enviar este FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN

Toda la información la encontrarás aquí

domingo, 31 de octubre de 2010

Andrés y Cloe: children stuff


Personajes:

CLOE: niña, 3 años.
ANDRÉS: niño, 5 años.


ANDRÉS Y LA PUERTA


Siete infantes de entre 3 y 7 años al inicio de clase. Pasando lista.

ANDRÉS: Gemma ¿puedo ir a hacer pipi?
GEMMA: Sí, corre. Si la puerta está cerrada dame un grito y voy a abrirte.

Andrés cruza el comedor y vuelve a la clase sin ser oído. Se para en el lindar del la puerta, toma aire…

ANDRÉS (grito hipohuracanado): ¡¡¡GEMMAAAA, LA PUERTA ESTÁ CERRADAAAAAA!!!

Silencio absoluto.
Todos nos volvemos hacia el origen del berrido, Cloe y Marta dan un brinco.
Pausa breve.
Carcajada general.
Despego a Cloe y a Marta del techo.

ANDRÉS (con mucha prudencia):… me has dicho que te diera un grito…
GEMMA (sin poder aguantar la risa): … Lo has hecho muy bien tío. Vamos, que te abro la puerta.

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CLOE Y LA ARAÑA


Siete infantes de entre 3 y 7 años pintan láminas y juegas a las familias.
Cloe pinta a Ellie en una silla de pala. Se le caen las ceras al suelo. Baja de la silla en 15 movimientos; se desliza bajo ella para recoger las pinturas.
Con un solo salto y los ojos como platos se levanta del suelo y exclama…

CLOE: ¡Gimma, hay una araña!
TODOS: ¡Ala!; ¿Dónde?; ¡Puaj!

Miro bajo la silla. Veo la araña Está muerta.

GEMMA: Bueno, no pasa nada, si no la molestas ella no te molestará.
CLOE: Vale Gimma…

Pausa.
Mira a la araña.
Mira sus ceras de colores.
Mira su lámina.
Me mira.
Pausa.

CLOE: Pero… ¿y las pinturas?
GEMMA: ¿Qué? ¡Ah! No te preocupes, yo las cojo.

Me agacho bajo la mesa, estiro el brazo y, sin tocar la araña, alcanzo las ceras. Cloe sigue cada uno de mis movimientos sin perder de vista a la araña.

Pausa breve.

CLOE: (mira la araña. Me mira) ¿No se mueve?
GEMMA: No, no se mueve.
CLOE: ¡Está durmiendo!
GEMMA: Sí, seguramente está durmiendo. Tú no la molestes y no hará nada.

Cloe sigue pintando, pendiente de la araña pero sin volver a mirarla. Observo como pintan mientras me cuentan sus juegos.

CLOE: (susurrando) ¡Gimma, no hables fuerte que se diespirtará la araña!
GEMMA: (susurrando) Vale. (A los demás) ¡Chicos, hablemos bajito para que no se despierte la araña!

Sus compañeros/as están pintando y jugando. No gritan, pero hablan. Cloe los mira.

CLOE: (Susurrando) ¡¡Shhhh!!… ¡Gimma, diles que no hablen fuerte que se diespirtará la araña!
GEMMA: (susurrando) Vale Cloe, perdona.

Los demás siguen con lo suyo, unos hablando entre ellos, otros conmigo.
Cloe pinta, levanta la cabeza, nos mira unos segundos; vuelve a la pintura; suspira, vuelve a lanzar una mirada rápida, sigue pintando…
Andrés, Carla, Daniel y Laia juegan a las casitas, son el papá, la mamá, el bebé y el yayo.
Cloe levanta la cabeza de la lámina, mira a Andrés, Carla, Daniel y Laia. Nos mira a todos.
Pausa. Suspira largamente.
Vuelve a pintar.

Pausa brevísisma.

CLOE: (rugiendo a todo pulmón) ¡¡¡HABLAR BAJITO QUE SE VA A DIESPIRTAR LA ARAÑAAAAAAA!!!

Susto general.
Cloe sigue pintando.
Silencio.
Andrés mira bajo la silla donde está la araña. Mira a Cloe. Me mira…

ANDRÉS: Gemma, yo creo que la araña se ha muerto del susto.

viernes, 27 de agosto de 2010

The Museum of London

El plan para la primera jornada completa en Londres era situarnos en la ciudad, documentarnos sobre su historia y su evolución hasta llegar a convertirse en la enorme metrópolis que es, empezar a conocerla desde un plano general. Para ello combinamos una vuelta en the London Eye (media hora súper turística para contemplar la ciudad a una buena altura) con la visita al Museum of London.

El Museo de Londres no es un museo de multitudes, aún; es más bien pequeño (en comparación con el British, las Tate o la National Gallery) pero resulta tremendamente interesante, una manera estupenda de colocarte en la ciudad y averiguar como empezó todo y como ha ido evolucionando. Si, además, viajas con niñ@s este museo es genial.

Hay reproducciones de huesos, armas prehistóricas o vestimentas medievales que pueden tocarse y/o probarse; salas dedicadas a la ciudad romana, el Londres medieval, la Guerra Civil o la Plaga de peste; una maqueta de la ciudad que reproduce el Gran Incendio de 1666 (con video explicativo y subtitulado, que viene la mar de bien), y una reconstrucción —un pelín demasiado "bonita" para mi gusto— de una calle victoriana: con su bakery portátil, una juguetería, la sastrería, dos oficinas bancarias, el infaltable Pleasure Garden, el Pub y hasta una casa de empeños. Y así continúa su repaso por la historia de Londres: la gran Exposición, el movimiento sufragista, las guerras y el periodo de entreguerras, los problemas del Támesis... hasta hoy. Además hay pantallas interactivas, una maqueta especial para niñ@s sobre el transporte público, con autobuses, cabs y metros de madera con los que pueden jugar —y juegan—, y junto a cada elemento expuesto en el museo, el cartel explicativo. Les parecerá una tontería pero esos carteles, si están bien hechos, aportan una cantidad de datos tal, que acaban ofreciéndote una lección de historia la mar de exhaustiva.

Los visitamos dos veces, sin prisas, deteniéndonos en los detalles, y no lo acabamos de ver, nos quedó el siglo XX pendiente para otra visita, pero disfrutamos como enanos y nos ayudó sobremanera a situarnos, a reconocer y comprender, de algún modo, lo que veríamos en los días siguientes explorando la ciudad. En mi opinión y sin duda, the Museum of London es ese tipo de museo que toda ciudad que se precie tendría que tener.

jueves, 26 de agosto de 2010

Cómo y por qué

Antes de emprender viaje hubo quien nos preguntó qué íbamos a hacer tantos días en Londres, si no acabaríamos aburridos de ciudad; después, al volver, una muy querida amiga, me preguntó si en esos 10 días nos alcanzó para ver la ciudad. No he podido dejar de darle vueltas a estas preguntas porque no, no nos alcanzó con 10 días, ni siquiera con 6 meses (tal vez a un ritmo más relajado pero sin demasiadas pausas) nos hubiera alcanzado para ver todo lo que sabíamos que queríamos ver —ni hablar de lo que aún no sabemos que está. Pero creo que el quid de la cuestión no está en cuánto, sino en cómo viajamos. Porqué elegimos una ciudad y no otra, qué conocemos de ella y qué esperamos descubrir, cómo lo planificamos.

Por supuesto que en 4 días cualquiera puede ver los lugares más “emblemáticos” de una ciudad (tenga el tamaño que tenga), esos que aparecen en todas las guías turísticas y de los que prácticamente todo el mundo ha oído hablar aunque no quiera. Los sitios claves, que para mucha gente son imperdibles, su “marco incomparable”. Y podemos quedarnos en ese marco, si es nuestra decisión, pasemos 4 ó 40 días.

Yo viajo para saber qué me cuenta la ciudad, conocer sus ritmos, o al menos intuirlos; sentir como respira desde diferentes perspectivas. Los museos, si son de entrada libre o no, y sus horarios, me hablan de sus gustos, de sus necesidades y aspiraciones; la arquitectura me cuenta su historia, sus éxitos y sus miserias —nunca agradeceré bastante la ayuda y la información que he recibido de Pep o Roger y que ha excitado mi interés por el dibujo de las ciudades—; las cafeterías, los pubs y los bares, los restaurantes y la gastronomía, me descubren, muchas veces y dependiendo de en que parte de la ciudad estén ubicados, como es la gente que los frecuenta y que vive cerca.

Quiero volver a pasear por Flores, ver las chocolaterías de La Paternal, si el “Molino de Fideos” sigue en pie y también tomarme un brownie en Las Violetas; pasear de nuevo por el Quartier Latin, comer en el Polidor, contemplar el Sena desde l’Ille de la Cité y pasar tres horas contemplando los relieves de Notre Dame; caminar por Southwark y Whitechapel, visitar Hampstead y recorrer el canal desde St. Pancras a Camden; repetir museos y visitar otros que no conozco. Me gusta viajar de esta manera, más lenta y puede que más cansada, llena de pequeñas sorpresas, necesitando volver de nuevo para ver como sigue todo y oír qué se cuentan de nuevo.

Pero repito, todas las maneras de viajar son buenas si no son impuestas, yo tengo la mía y me temo que está resultando adictiva. Si me paro a hacer la lista de lugares a los que quisiera ir (y no estoy hablando de una lista muy larga) es cierto que el mundo es muy grande, viajar es caro y el tiempo pasa muy deprisa. Habrá pues que organizarse.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Aprendiendo a viajar

He estado cuatro veces en Londres, la primera vez 1990, recién salida del instituto. Era una pelele en toda regla: a punto de cumplir los 18 y, por supuesto, más ambiciosa y más lista que nadie. Tras un periplo que tendría que haber durado dos horas y media, pero que en mi caso duró 48 + 2’30 —"Oficial de aduanas: Con el DNI caducado, señorita, usted no sale del país"—, aterricé en Heathrow dispuesta a comerme la ciudad. Mi primo vino a recogerme y nos dirigimos hacia el metro. Primera inmersión en el underground londinense: Picadilly Line hasta South Kensington, trasbordo con la District Line hasta East Ham, final de trayecto; tiempo del viaje 1 hora y 15 minutos plus minus. Tardando casi lo mismo en llegar del aeropuerto a "casa" que de Valencia a Londres, lo de comerse la ciudad iba a resultar un pelín más complicado de lo que había imaginado… pero daba igual, adaptación, pensé, “me mimetizo con el ambiente y en un par de días soy una inglesa más. Hablo inglés mejor que muchos, ¡soy Beatlemana!, pan comido.”

Mi nuevo hogar estaba ubicado en White Horse Road (sí, como el whisky); una casita inglesa de dos pisos, cuatro habitaciones, un jardín trasero, cocina, baño y 9 compañer@s de piso: Oscar, Helena y Sonia, de Bilbao; Rafa, de Pamplona; Carmen y Carolina, de Madrid; mi hermana, mi primo y yo, de Valencia; y Bronston, el rottweiler del casero (Luís, gallego) que, tras el primer vistazo, aterrorizada con sus ladridos, me quitó las ganas de salir al jardín durante los 4 meses de estancia. Saludé, se hicieron las presentaciones y me notificaron las normas de convivencia. Entonces Roberto propuso ir al Pub, "Si, si, a tope, vamos al paf" —No se en otros sitios, pero en España al pub (pronunciado pab, de public meeting) lo llamábamos paf, con la "f" bien marcadita. Los ingleses, si te entendían se partían de risa, y si no te miraban con cara de What are you talking about, woman??.

El Denmark Arms era (y sigue siendo) un pub enorme, con las paredes empapeladas en un tono oscuro (oscuro original más oscuro paso del tiempo), moqueta granate, olor a cerveza y tabaco entre otros efluvios, grandes ventanas que daban a la calle, zonas de reservado, un jukebox, y una enorme barra ovalada, que formaba, en el mismo centro del local, una isla de botellas, vasos y copas; los baños, donde siempre, al fondo a la derecha. Entramos, tomamos asiento cerca de una de las ventanas que daban al Town Hall y llegó la segunda hostia en los morros:

...…....Yo: ¿Qué queréis tomar?
...…....Roser: Zumo de naranja.
...…....Carles: Yo también.
...…....Roberto: Cerveza.
...…....Yo: Okey, voy.
...…....Roberto: ¿Quieres que pida yo?
...…....Yo: ¡No, para nada! Sé inglés.

...…....(Me acerqué pletórica a la barra y pedí más o menos pronunciando así:)

...…....Yo: Gud áfternun. Tu oranch chuses and tu bías plis.
...…....Barman: Uókainobbía?
...…....Yo: Eskius mi?
...…....Barman: (medio despacio) Uó kain ob bia?
...…....Yo: Eeemm, a nórmol bia? …Eskol (Scholl, la única que reconocía)
...…....Barman: Javalaga o panalaga?
...…....Yo: Eeeem… Sorri, can yu espik a litel bit eslouli, plis? Ai am
...…..........espanish (leve sonrisa tipo "va tío enróllate, por favor")
...…....Barman: (remarcando cada sílaba) Jaf a laga o pan a laga?
...…....Yo: (roja como un tomate, más por vergüenza que por enojo) Tu oranch chuses, plis.

Ahí me di cuenta de que definitivamente no me iba a comer la ciudad, ni siquiera me comería un trozo de calle y, consciente o inconscientemente, decidí que mi objetivo principal iba a ser aprender a hablar inglés a la manera inglesa (la manera española, como había quedado patente, era una porquería).

Fui a todas las clases de speaking que teníamos contratadas, trabajé en el McDonald's de East Ham (en todas las “áreas”). Y aprendí, BBC English y cockney (todo un éxito, aunque lo haya olvidado por falta de práctica). Hice buenos amigos, o mejor, compañeros; ligué todo lo que pude; comí hamburguesas, gelatina y fish & chips; engordé 16 kilos; sufrí en primera persona el racismo de nuestro casero que no permitió la entrada de negros en su casa —viviendo allí, en pleno barrio pakistaní, donde se atisba un caucásico por cada 50 que no lo son—; la ignorancia de mi vecina, también espeniola, que no tenía intención de aprender inglés —"¡Joder con los ingleses! ¡Si quieren entenderme que aprendan español!"—; y no salí de East Ham salvo para acudir a mis clases en Oxford St. y la obligada visita a Camden Town para practicar shopping (por que el canal, ni enterarme que había un canal... Jesus Christ!).

Releyendo mi diario de aquellos meses he visto anotado cuánto llegué a añorar Valencia durante las primeras semanas, y lo muchísimo que eché de menos Londres al regresar de nuevo a España. Durante años creí que ésta era una de mis incongruencias, ese maldito no terminar de definirme nunca; pero conforme han ido pasando los años y tras esta última visita, todo empieza a tener cierta lógica, la lógica del tiempo tal vez.

Esta vez nos hemos regalado la ciudad, para verla y mirarla, andarla, descubrir zonas que aún no conocíamos y re-visitar las que sí, recordarla desde otra perspectiva... y también imaginarla.

Ahora se que voy a volver, por deseo y por necesidad, a las ciudades que he catado pero aún no me he comido, para agenciarme otro pequeño bocado de ellas, disfrutar de sus ritmos y noises, buscar los pequeños detalles con los que aún no me he tropezado. Volveré, a estas ciudades y otras nuevas para aprender a viajar. Aunque después, como siempre, tenga que volver a casa a conseguir más dinero, para seguir viajando.

sábado, 24 de julio de 2010

Play me, I'm yours

.
En la ciudad de Westminster, sueltos por sus calles y plazas,
los pianos piden manos, piden dedos que quieran jugar.
"Play me, I'm yours" repiten más de veinte veces…
y muchos se sientan, y todos juegan.
De este modo nos recibió la ciudad el 6 de julio,
con martillos de fieltro y cobre enrollado.



Eran las 3 y media de la tarde cuando llegamos a St. Paul Station y emprendimos por St. Martin's le Grand hacia el Museum of London (del que les hablaré más adelante). A sus puertas nos tropezamos con uno de los 21 pianos que había repartidos por la ciudad y que formaban parte del Street Pianos Event, una de las propuestas del City of London Festival 2010, y que nos dio la bienvenida con un preludio de Chopin que un cualquiera tocaba. Al ratito otro quienfuese tocó Para Elisa; una desconocida jugó más tarde con Mozart; y alguien, mientras merendábamos, nos hizo bailar con Gershwin.

Lo bueno de los museos de entrada libre es que te permiten salir y entrar a tu antojo para fumarte un pitillo o tomarte una palangana de café, y en estos tiempos de descanso la música llenaba el hall de entrada y llegaba hasta la calle, una calle tranquila por la que, gracias al "Peaje urbano de Londres", solo trascurrían Cabs, muy pocos pero carísimos coches y algún que otro furgón de reparto.





Irene y yo también tocamos, un poco, con timidez —mis conocimientos y la falta de práctica ya no incluyen temas completos (hecho que en esta ocasión lamenté profundamente)— pero aún así jugamos, formamos parte de esta movida y nos encantó. Más tarde he descubierto que, además, podíamos participar en la decoración de los pianos, pero me da que nuestra "mala educación" nos habría impedido atrevernos a cometer "semejante herejía". Es lo que tiene ser educada en un pueblo que se cree ciudad y a duras penas llega a ser aldea la mayoría de las veces.

Lo que nos quedó bastante claro (si me equivoco por favor corríjanme) es que en esta ciudad, en este país, la educación musical es bastante más intensa y/o exhaustiva que la nuestra. Quedó bastante claro que muchísima gente en Londres ha estudiado y estudia música durante su etapa de educación obligatoria y que, muy probablemente, el instrumento con el que practican es el piano (y no la flauta dulce). No pude evitar pensar en Hugh Laurie y sus escenas ante el teclado, y aunque ciertamente no sea el ejemplo más común, sin duda no es en absoluto un caso extraordinario.

Esta es una de tantas razones por las que me encantan las grandes ciudades, enormes, implacables, crueles y tan llenas de todo. Ciudades que gritan ¡¡Tócame, soy tuya!!




(Continuará)

miércoles, 30 de junio de 2010

Manifiesto ante la supresión del Instituto de la Mujer de Castilla – La Mancha

Enlazado desde Sin Género de Dudas

Hay quien pretende utilizar como coartada la crisis económica actual para frenar el avance en Igualdad. La desarticulación de los organismos de igualdad y el debilitamiento de los mecanismos institucionales para la transversalización de la igualdad de género significan un grave retroceso en la implementación y desarrollo de las Políticas para la igualdad de Género, y al mismo tiempo una dejación de la responsabilidad asumida en esta materia a través de los compromisos establecidos a nivel internacional, nacional, regional y local.

El pasado día 25 de mayo se comunicó por parte del Presidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, señor José María Barreda, la remodelación del gobierno de esta comunidad autónoma donde concretamente, por la parte que nos toca, se suprimía el Instituto de la Mujer.
Creemos que es necesario responder frente a esta decisión que consideramos todo un retroceso en el avance de la visibilización de las políticas igualitarias y por ello os invitamos a firmar el manifiesto que se ha redactado y podéis ver en este enlace
La Zanguanga se suma a este Manifiesto y os animamos a apoyar y difundir esta iniciativa.

Más información en la web de esta campaña.


Manifiesto


ANTE LA SUPRESIÓN DEL INSTITUTO DE LA MUJER DE CASTILLA-LA MANCHA


Las personas, asociaciones y organizaciones que suscribimos este manifiesto expresamos nuestro rechazo y preocupación:


El Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha ha sido suprimido tras la reestructuración realizada en el gobierno por José María Barreda el pasado mes de Mayo.


1. El argumento económico


No nos satisface el argumento de supresión del Instituto de la Mujer como medida para recortar gastos, es una justificación inconsistente teniendo en cuenta que el ahorro de la totalidad de la remodelación llevada a cabo se eleva a 90 millones de euros, lo que supone un 0’9 del presupuesto total y si realmente se tuviera voluntad de emprender medidas de ahorro, existen otras, como por ejemplo las indicadas por los Sindicatos UGT y CC.OO consistentes entre otras, en recuperar el Impuestos de Patrimonio y Sucesiones, este segundo cedido a las Comunidades Autónomas y combatir de forma efectiva la economía sumergida y el fraude fiscal. Todo ello en la línea de preservar el estado de bienestar social como factor de crecimiento y de cohesión social.


2. Persiste la necesidad de su mantenimiento


El Instituto de la Mujer se creó con una finalidad precisa y tras una valoración de la realidad social que no se ha visto superada, por ello, su desmantelamiento debe desconcertar a todas las personas que trabajamos día tras día por una sociedad más libre e igualitaria. Así podemos leer:


“A pesar de todos los avances hacia la igualdad que han conseguido las mujeres de Castilla-La Mancha en los últimos años, quedan todavía factores y situaciones de discriminación que las Instituciones han de contribuir a superar.


Con la finalidad de promocionar y fomentar las condiciones que posibiliten la igualdad entre mujer y hombre en todos los ámbitos de la vida, se crea el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, concebido como un Organismo Autónomo con personalidad jurídica propia”


Estos razonamientos que se esgrimían en la Exposición de Motivos de la Ley 22/2002 de 21 de noviembre, como justificación para la creación del Instituto de la Mujer de CLM, que entonces era una Dirección General, Dirección General a la que se nos relega nuevamente con esta remodelación, siguen siendo totalmente vigentes.


3. Importancia del significado simbólico


Esta supresión tiene un significado simbólico nada desdeñable por cuanto de devaluación, de desconsideración hacia las políticas de igualdad de mujeres y hombres, hace bueno aquello que se denuncia por las Organizaciones Internacionales como UNIFEM “En tiempos de turbulencia económica, las mujeres experimentan las consecuencias negativas con mayor rapidez y se benefician de la recuperación más lentamente”.


4. Pérdida de autonomía y visibilización


La eliminación del Instituto de la Mujer supone una pérdida de poder, de autonomía, de relevancia en la toma de decisiones, sin mencionar también que en el camino de este proceso de reestructuración se quedan mujeres con un bagaje y una experiencia necesaria para los retos todavía pendientes. Con la desaparición del Instituto de la Mujer se pierde visibilización de las políticas igualitarias en unos momentos en los que estamos ante una durísima ofensiva contra las mismas por parte de los sectores más conservadores y reaccionarios, que hace necesario justamente todo lo contrario, es decir, un fortalecimiento de este organismo autónomo y de sus políticas transversales de igualdad.


5. Falta de importancia que el gobierno regional concede a las políticas de igualdad


Finalmente, dicha medida demuestra lo lejos que está nuestro gobierno regional de haber integrado la transversalidad de género a su discurso y política diaria, transversalidad que no se puede entender como apéndice de nada ni nadie sino como implementación del conjunto, y para ello, no nos llamemos a engaño, las mujeres y los hombres progresistas necesitamos políticas fuertes y autónomas.


En dicha línea es un error incluir las políticas igualitarias en una Consejería junto con Empleo y Juventud, el grado de desarrollo y atención se minimiza, se reduce a un tercio algo que contradice el discurso del presidente cuando en “Gobernar contando con las mujeres y los jóvenes”, reconocía que “las mujeres, por ser la mitad de la población regional, (1.029.644), y, la juventud, que será protagonista de nuestro futuro, son las destinatarias de gran parte de la acción política del gobierno. Con la mirada puesta en que todas las actuaciones, planes y medidas que el Ejecutivo ponga en marcha tengan en cuenta a mujeres y jóvenes, los Institutos de la Mujer y de la Juventud están integrados en la Consejería de la Presidencia del Ejecutivo Autonómico”


Las personas, asociaciones y organizaciones interesadas en firmar este manifiesto, pueden hacerlo en el siguiente enlace:


Firmar este manifiesto


Si quieres que enlacemos tu blog/web envíanos un correo con la dirección a


manifiesto@organismosigualdad.es


Y si tienes un blog personal, ¡Súmate a esta iniciativa incluyendo un enlace al manifiesto y formulario de recogida de firmas!


¡Súmate a esta acción colectiva en defensa del Instituto de la Mujer de CLM! ¡En defensa de los organismos de igualdad!


lunes, 7 de junio de 2010

Granizada

Domingo, 6 de junio. La página del tiempo anunciaba tormentas eléctricas durante toda la jornada, la humedad aumentó y las temperaturas bajaron ligeramente, lo que la hacía menos sofocante. Sobre las siete de la tarde, y sin truenos que lo anunciaran, el cielo cayó sobre nuestras cabezas y el balcón de casa empezó a cubrirse de pequeñas bolas de hielo.

Todos los vecinos del cruce de calles nos asomamos a nuestras ventanas o balcones respectivos; unos con los ojos como platos, admirados; otros con el ceño fruncido y una mueca de disgusto. Por el paso de peatones un joven corría como alma que lleva el diablo, cubriéndose la cabeza y el rostro, mientras un grupo de jóvenes y una pareja de jubilados, apoyados contra una fachada y a cubiertos bajo el saliente de los balcones, le daban ánimos al tiempo que le pedían a gritos que se protegiera: ¡Que te va a salir un chichón, muchacho!

Desde el balcón la espesa cortina de agua y hielo seguía cayendo con fuerza, y una nube de gotas minúsculas que escapaban de la lluvia descendente mojaba los rostros, los brazos y las piernas de los mirones.

Y de repente, igual que había empezado, paró. Las pequeñas bolas gélidas dejaron de caer, como si una bolsa imaginaria colocada en el cielo se hubiera vaciado del todo. La lluvia cesó, las nubes se alejaron, el cielo se abrió de nuevo y los vecinos volvieron a lo que fuera que estaban haciendo antes del espectáculo de agua.

No deja de ser curioso que, hagamos lo que hagamos, sea cual sea la actividad que nos ocupe el tiempo, en cuando el cielo gruñe, lo dejamos todo, aunque sea por un momento, para contemplar el espectáculo.

domingo, 9 de mayo de 2010

Casi un poema: Normas para el buen viajante

Vigilen todas sus pertenencias.
Usen bolsas trasparentes con cierre zip.
No puede contener más de 100 mililitros.
El agua no pasa —si quiere bébasela antes.
La empresa no se hace responsable de hurtos o sustracciones.
Su bolsa de mano no puede pesar más de 10 kilogramos
y tiene que caber aquí..ò

Pague peaje.
Respete nuestro espacio de trabajo.
No toque la bocina.
¡Atención! Se está acercando a una zona peligrosa.

Al pagar usa el alcohol-en-gel.
$1.10, $1.20 y $1.25
No toques nada.
Los asientos de delante están reservados.
Vaya hasta el fondo, si puede.
No abrir en época invernal o con bajas temperaturas.
Descienda por atrás.
..............—¡Por favor, la puerta!
Latas de sardinas sobre ruedas.
..............—¡¡Ché, abrí la puerta!!
Al salir usa el alcohol-en-gel.

Al mismo tiempo los gusanos subterráneos
de metal y de madera
van de este a oeste y viceversa.
No olvides usar el alcohol-en-gel.

Y los negros del sombrero amarillo
hacen jornada completa,
todos con el mismo uniforme
y de empresas diferentes.
Vaya por Rivadavia hasta Boyacá.
..............(Consíganme apellidos, plis.)
…Verá, un amigo nuestro está escribiendo un libro sobre…
¿Me podría dar el suyo?
En esta esquina nos va bien.
Cobre diez.
Que pasen un buen día.
También usted.

..............—¿Y el alcohol?
..............—¡Mierda! Lo olvidé en casa.
.

sábado, 17 de abril de 2010

Bye bye winter

Amaneció con frío. Tras unos días de tregua, en los que la primavera empezaba a anunciar su llegada, aquella mañana amaneció de nuevo gris; el termómetro descendió hasta los 13 grados y el viento hizo acto de presencia de nuevo, no con virulencia pero si lo suficiente como para obligarle a subirse de nuevo el cuello de la chaqueta. Aún así era reconfortante comprobar que este invierno realmente frío, como hacía años que no ocurría, había conseguido que gran parte de sus conciudadanos, sorprendentemente, se habituaran a las bajas temperaturas, a la lluvia y a tener que cargar con el paraguas sabiendo que a lo largo de la jornada sería de utilidad.

"Ha sido un invierno excelente", pensó con cierta tristeza ante la despedida.

Al llegar a la estación salió del vagón abrochándose el abrigo. El viento, como casi siempre en este punto del mapa, le daba de frente. Sacó un pitillo, lo encendió y enfiló el camino hacia el colegio. Pasó frente al Hotel d'Entitats, una isla rodeada por un mar de metal poblado de raíles, cables, verjas, escaleras y plataformas. Cruzó las vías por el paso abierto a peatones y siguió por el mismo camino de siempre, unos trescientos cincuenta metros siguiendo las vías hasta llegar al paso inferior que forma la carretera a las afueras del pueblo.

La llegada de la primavera siempre le resulta desagradable. Cuando todo renace, cuando los árboles y las plantas florecen y los ingenuamente olvidados insectos empiezan a revolotear entre la verdura, el olfato la vuelve loca. Y el hecho de que, tras cruzar el paso inferior, tenga que caminar junto al cagadero municipal de perros, convierte su llegada a término en una fiesta de aromas sólo apetecible para los marranos.

Hasta dentro de 9 meses my dear winter.

lunes, 22 de febrero de 2010

A Casa Viajes (un regalito para el hombre Colom)

Fue una tarde de octubre, Roger había comido con nosotros y al acabar nos dispusimos de nuevo a trabajar en el texto de La Sal de la Vida, concretamente en las cuñas publicitarias que servirían como banda sonora para la entrada del público a la sala. Estaba tumbado en el sofá de espaldas a mí, ojeando un libro sobre enfermedades infantiles mientras yo, frente al ordenador, repasaba lo ya trascrito, cuando va y me dice: “Anota Peris: Las paperas tienen muy mala reputación entre los padres que no las han sufrido. En Ferretería La Ingle tenemos la solución. En Ferretería La Ingle hemos renunciado a la clandestinidad. Ferretería La Ingle, un universo de hierros y otros chismes cuya utilidad aún se desconoce.” y soltó una carcajada a la que no pude más que unirme.

Él dictaba y yo tecleaba, y entre cuña y cuña una carcajada más. Y así, una tras otra, fueron saliendo las cuñas publicitarias más estrambóticas y divertidas que hubiera podido imaginar. Todas ellas estaban relacionadas con algún fragmento de la historia que "La Mujer" contaría al público que fuera a ver la obra, y llegó el momento de la publicidad sobre los viajes. Roger me dictó lo siguiente: “Las mejores vacaciones, las travesías más exóticas, los cruceros más lujosos. Todo eso no son más que pajas mentales. No hay nada mejor que quedarse en casa durante las vacaciones. A Casa Viajes les ofrece un mes entero de vacaciones sin tener que abandonar su hogar. En A Casa Viajes se lo organizamos. A Casa Viajes, viajes a casa.” Su versión en catalán (idioma de creación de la obra) siempre me ha parecido más exacta que la castellana. La agencia, en catalán, se llama “A Cap Lloc Viatges” (A Ningún Lugar Viajes)

Hace un tiempo cerca de casa abrieron una agencia de viajes y cada día, al pasar frente al cartel, no puedo evitar pensar que ésta bien podría ser la agencia de La Sal de la Vida, y si no, juzguen ustedes.

domingo, 24 de enero de 2010

El Mundo Today

El viernes por la tarde Pep escribía su artículo para la Factoría de Ultramarinos Imperiales mientras yo zanganeaba en el sofá ante la caja alienante y Sol, la gata, incordiábame dando vueltas sobre sí misma buscando acomodo entre la esquina frontal izquierda del sofá y mi bajo vientre, cuando de repente mi amada costilla estalló en carcajadas.

He de decir que el profesor Izquierdo es una persona poco efusiva a la hora de expresar sus emociones, o dicho de otro modo, en él prima la racionalidad frente a la emotividad, así que entenderán mi asombro al escuchar de pronto un sonora y abierta carcajada que iba seguida de otra, y luego otra más, todas ellas acompañadas de serios problemas respiratorios. Me acerqué al escritorio. En la pantalla del ordenador estaba abierta la página de El Mundo Today y en ella lucía la siguiente noticia:

DOS HISTORIADORES CONFIRMAN QUE EL SIGLO XIII FUE UNA MIERDA

Tras años de investigación, Ruth Milka y Jeremy Python han reunido suficientes datos como para convencer al resto de estudiosos del siglo XIII que es preferible centrarse en cualquier otra etapa de la Historia. En el libro “El siglo XIII era una mierda” ("XIII Century, what a piece of shit"), Milka y Python aseguran que “desde siempre se ha sabido que la Edad Media fue una época en la que era difícil vivir con dignidad, pero también se pensaba que debían de existir alicientes como el derecho de pernada, las batallas y comer carne con las manos. Sin embargo, los hechos son incontestables y muestran que estos privilegios no eran tales y que todo era bastante penoso en general. Penoso y sucio y medieval. La misma palabra lo dice”.

Leí aquella noticia sin dar crédito a lo que veían mis ojos (que supuestamente deberían estar más enfocados tras la adquisición de gafas nuevas). Lo leía "en serio" pero no podía, yo tampoco, evitar la risa y aún así, incrédula me preguntaba qué bárbaro había sido capaz de escribir semejante noticia.

Hacía mucho tiempo —creo que desde los tiempos del Almacén y los artículos de Don Ramiro Cabana — que no encontraba tanta barbaridad escrita junta ni tan divertida; porque tras ese primer impacto continuamos leyendo los siguientes titulares, y lo que aparecía ante nuestros ojos era una burrada tras otra que provocaron una descontrolada incontinencia urinaria y lacrimal en mi y la urgente necesidad de una bolsa de papel en Pep para tratar de conseguir regularizar su respiración. A la noticia ya expuesta anteriormente sobre lo "oscura y jodida que fue la época medieval" le seguía, unas entradas más abajo, la absolutamente descacharrante:

EL COÑO DE LA BERNARDA ES DECLARADO PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD

El Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO ha decidido declarar el Coño de la Bernarda Patrimonio de la Humanidad argumentando que “forma parte del imaginario social y cultural desde tiempos ancestrales, nos conecta con el origen mismo de la vida y, aunque es un canto al placer de la carne, transmite al mismo tiempo un respeto por lo espiritual”, en palabras de un portavoz del comité. La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha declarado que “esto no es sólo un reconocimiento al Coño de la Bernarda sino también a todos los coños de España y del mundo, porque el coño es, hoy más que nunca, un coño global”.

Me lo pasé en grande y me alegró descubrir un lugar al que acudir, ya se verá si cada día o semanalmente, y no se si para desintoxicarme o embrutecerme más si cabe, pero con la esperanza de que, pase lo que pase con mi maltrecha masa gris, esto vaya acompañado de nuevas y sonoras carcajadas. Por si a ustedes también les apetece ver que onda les enlazo la página en la barra lateral.